Las siguientes consideraciones se aplican generalmente al reemplazar cualquier tipo de turbocompresor, específicamente el turbo mencionado anteriormente.
Cuando un turbocompresor falla, libera, en mayor o menor medida según el tipo de falla, una masa de residuos que se aloja en lugares inimaginables y remotos. Estos residuos se liberan la próxima vez que se arranca el motor después de instalar el nuevo turbocompresor. Por lo tanto, es esencial realizar un mantenimiento extraordinario y limpiar a fondo o reemplazar diversos componentes del motor, como:
- Sistema EGR de alta presión (gases de salida del colector) y Sistema EGR de baja presión (gases de salida del DPF);
- Sistema de admisión (colector, fuelles, cuerpo del acelerador, etc.);
- Intercooler y mangueras relacionadas;
- Sistema de escape (DPF, convertidores catalíticos, colectores, etc.);
- Filtro de aire y su compartimento;
- Todas las líneas de aire del motor.

Sistema EGR

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